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domingo, 2 de febrero de 2014

Novedades

Como un cuerpo infecto, de nuevo abro mi alma para sangrarla, demasiadas cosas han pasado por mi mente y mi alma.


He experimentado sentimientos que jamás podría haber llegado a soñar siquiera.

Y entonces el cordón rojo tiró fuerte de mí, llegando disfrazado de casualidad, una casualidad que, casi con certeza, estaba escrita en algún sitio, en un gran libro con el lomo rotulado como "destino".


Las casualidades no existen, y una imagen recurrente que paseaba a sus anchas por mi mente se hizo realidad, sin buscarlo, sin quererlo, apareció y se instaló en mi alma y mente.


La certeza que se abre paso en todos los aspectos de mi vida se ve amenazada por demonios, pero ya no me pillan desprevenido, ahora tengo la experiencia que da la vida.

¿Luchar? Siempre, no habrá ejército que me derrote, pues con la simple voluntad de seguir la certeza que se me ha planteado, se que merece la pena luchar, y mi mano no temblará al hacer ningún movimiento, ya que no será en falso.


Siempre he actuado acorde a los dictados de mi corazón, y esta vez no va a ser diferente.

Si tu, yo
Si yo, tu
Contigo todo

Te entrego las llaves de mi alma...


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